MaMoVa 2014, un "paseo" por las montañas...

Lo más duro que he hecho hasta ahora. Así es como se podría describir en pocas palabras la Maratón de Montaña de Valencia del pasado domingo.
La MaMoVa, con un recorrido de casi 43km y un desnivel positivo de 2.300m, partía a las 8:30h desde La Pobleta, junto al municipio valenciano de Andilla.

La prueba se desarrollaba en su mayor parte por sendas, con un 67% (29km) del recorrido. Un 26% (11km) correspondía a pistas o caminos forestales y un 7% (3km) a tramos asfaltados por las localidades de La Pobleta, Andilla, Oset y Artaj.

La verdad es que no llevaba una idea de tiempo previsto, ya que era mi primera maratón de montaña y únicamente mi segundo trail. La idea, tal y como me habían aconsejado, era ir muy conservador durante la primera media maratón, ya que los esfuerzos hechos en esta primera parte se pagan caros en la segunda, mucho más dura por el cansancio acumulado.

Tras los preparativos previos, revisión de material,... nos colocamos tras el arco de salida.
Los protagonistas indiscutibles del día son Luis Alberto Hernando y Aritz Egea (ambos de azul en la foto), dos bestias pardas que, por ese orden, coparían los dos primeros cajones del podio final.
Luis Alberto, en un tiempo de 3h30', rebajando el récord de la prueba en nada más y nada menos que 35'. Simplemente increíble.

Puntualmente, a las 8:30h se dio la salida y me puse a correr a un ritmo cómodo, sin apretar lo más mínimo.
Primero damos un rodeo por las inmediaciones del pueblo, para volver a pasar por éste en el km 2.

Aquí las caras todavía son de alegría y a la vez de intriga ante lo que nos espera.
A partir de ahí salimos de nuevo de la población, y tras algunos kilómetros de toboganes enfilamos la primera subida importante, que tras algo más de 5 kilómetros nos lleva a la cota más alta de la carrera, 1.500m sobre el nivel del mar.

La mayor parte de la subida la hago andando, como el resto de gente que llevo alrededor, intentando ahorrar lo máximo posible. Llegamos arriba y me veo muy bien, apenas estoy cansado.

Entonces llega la bajada, y tras pasar algunos tramos más técnicos, los siguientes kilómetros se bajan bastante rápido, lo que me va machacando las piernas en cada zancada.
Después, un pequeño tramo de ligera subida para llegar al pueblo de Andilla.

Allí nos esperan las temidas cadenas, que si bien no se hacen muy pesadas, creo que me hicieron perder el ritmo y después de eso ya me costó mucho arrancar de nuevo.

(Foto de @JSucman // www.betatrailrunner.com)

Tras pasar por Andilla, llegábamos de nuevo a La Pobleta al paso por la media maratón. Miro el reloj y veo que llevo 2h50', muy buen tiempo para mis estimaciones... demasiado bueno.

Tras reponer fuerzas en el avituallamiento y comentar la jugada con algunos compañeros que estaban por allí animando, salimos del pueblo y afrontamos la segunda subida fuerte del recorrido.

Al poco de empezar a subir, sobre el km 23 es cuando me doy cuenta de que me he quedando sin fuerzas, y de que la segunda parte de la carrera va a ser muy muy dura, sobretodo psicológicamente.

Tras un buen rato subiendo, (algo más de 4km, pero que a mi me parecieron 20), empezamos de nuevo a bajar, aunque esta vez por un terreno más pedregoso y muy incómodo.
A cada zancada que doy los cuádriceps me pegan latigazos como si me estuviesen clavando un cuchillo, y me doy cuenta de que no puedo correr, así que bajo andando como puedo y ayudándome con los bastones. Esto va a ser muy largo.

Seguimos bajando y sobre el km 31 pasamos por el municipio de Oset. Este punto es realmente emocionante, ya que la gente del pueblo se amontona en la calle por la que pasamos, y no para de gritar y de animarte. Realmente se me pusieron los pelos de punta.
También veo a Lola, una compañera del TEAM, animando (al final me enteré de que había quedado en tercera posición de su categoría en la 21K MaMoVa, y cuarta de la general... GRANDE!!!)

Tras este momento de subidón, seguimos bajando por tramos cada vez más técnicos y, por tanto, muy lentos para mi. Incluso en algunos tramos nos tenemos que ayudar de nuevo de cadenas, esta vez para bajar.

(Foto de @JSucman // www.betatrailrunner.com)

Por fin, y deseando ya que terminase la bajada que me estaba destrozando las piernas, llegamos al municipio de Artaj, sobre el km 34. Aquí tenemos el último punto de control y el penúltimo avituallamiento. A partir de aquí nos espera una subida bastante dura, más que nada por el cansancio acumulado, y tras un sube-baja por pistas forestales, llegan los temidos cortafuegos.

El primero de ellos es más llevadero, pero cuando llegas arriba y divisas a lo lejos el segundo, se te cae el alma al suelo. Además sale el sol y empieza a hacer un calor importante.

Aquí, justo antes de empezar la segunda subida, me alcanza mi entrenadora Maite. Se preocupa por mi, pero le diho que estoy bien, pero que no puedo correr más y subimos el cortafuegos juntos. Al llegar arriba vemos que la bajada es bastante peligrosa, así que le dejo uno de los bastones para que vaya con un poco más de confianza. Cuando terminamos de bajar, le digo que tire ella, que yo no puedo correr más, ni siquiera en llano.

Y así paso los últimos 5km, vagando por las sendas y caminos durante casi una (eterna) hora hasta que por fin veo las casas La Pobleta y oigo a lo lejos la voz del speaker. Antes de entrar al pueblo veo a algunos compañeros del Redolat TEAM y saco fuerzas de donde no me quedan para correr los últimos metros mientras me animan.

(Foto de Juanjo Villar)

Un poco más adelante me esperan más compañeros, entre ellos Juan y Jonay, con los que me abrazo y corro unos metros para por fin llegar a la meta en 7h06'20".

Aquí algunos de los representantes del Redolat TEAM en esta durísima carrera:

Estoy realmente orgulloso de todos y cada uno de los que tomamos la salida el domingo en La Pobleta.
Desde el primero al último, pasando por los que no pudieron acabar, todos sufrimos la dureza de la montaña:

• Jonay, con un tiempazo de 5h30' demostró que está muy muy fuerte y que el Ironman está chupado para él...
• Juan, que pese a doblarse el tobillo logró terminar con un tiempazo de 5h50'. ¡Recupera bien ese pie que te quiero a tope para Lanzarote!
• Manuel Tarín y Raúl Gil, que nos han demostrado una vez más que esto de la montaña es lo suyo y no hay prueba que se les resista.
• Edgar, que no era su día y al final realizó el recorrido de la media maratón, que ya es bastante.
• Y todos los demás, Rober, Adri, Julián, Miguel, David y, sobretodo, el señor Pascual, que sacó huevos para acabar una carrera durísima al límite de sus fuerzas.

Ahora mismo, tres días después de la carrera y todavía con unas agujetas brutales, seguiré jurando que no volveré a hacer algo así, aunque en el fondo se que me acabarán liando para repetir el año que viene.

Lo más importante, acabar sin ninguna lesión, esguince, caída,... y que ha sido un muy buen entrenamiento de fuerza y psicológico para el Ironman de Lanzarote. 

¡YA NO QUEDA NADA!